

El jueves un almuerzo castizo, los huevos con puntilla, y sal para las mesas afortunadas. Es posible que el helado no encaje con el menú o con el viento que hiela Madrid, pero no sobrará ni uno.
A la noche sin embargo, pocas calorías. Cantidades ingentes de avecrem (marca registrada), para, en la misma línea, continuar con pavita y fruta. Aguna de árbol, para que así vuele.
El viernes por su parte, será discreto, salvo sorpresa, y si saben lo que les conviene, de aprovisionamiento.
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